Según Martin Luther King «el amor es la única fuerza capaz de transformar a un enemigo en un amigo». Es una bonita cita, llena de esperanza. Como medida de fuerza, como herramienta accionadora o como poder infinito no está nada mal.
Recuerdo que cuando leí esta cita se me saltaron las lágrimas y sentí un nudo en el pecho, y sí, otra vez de culpabilidad pensando en que estaba odiando a alguien profundamente, que aunque no quiero ser su amiga, pero pensé que tenía que quererlo como persona buena que me considero.
Estaba equivocada, el problema no está en volver a querer a la persona que más daño me ha hecho, no, no, no, no y mil veces no. No es por él por el que tengo que sentirme culpable y no es a él a quien tengo que amar tanto para volver a ser su amiga.
Ahora se que a quien tengo que recuperar como amiga es a mi misma. Me tengo que querer más y mejor. Tengo que perdonarme, tengo que pensar que puedo hacer cualquier cosa y entre ellas recuperar la confianza perdida.
Ya se lo que parece cuando lo escribo aqui, que es un desahogo y que todo este propósito quedará vacío en cuantro pulse publicar.No sé, igual sí, pero me han dicho que cuando escribes las cosas que rondan por tu cabeza pasan dos cosas: una, las lees y ves lo estupídas que son; dos, te haces más consciente de ellas y sin querer se hacen realidad.
No pierdo la esperanza de lo último….seguiré trabajando y esperando