Ya nos conocemos, y estamos seguros ser el uno para el otro. Es mi amigo, mi amante, mi compañero de viaje. Es mi confidente. Me despierto a su lado y lo veo despeinado con la barba como una lija, pero suave y tibio.
Le preparo el desayuno: café y tostadas con huevos revueltos. Y desayunamos juntos. No hace falta hablar porque es muy temprano, nos encanta empezar el día antes que nadie. Compartir las mañanas me hace feliz.
Nos vamos a trabajar, y antes de separarnos por unas horas, nos damos un abrazo que nos derrite a ambos y un beso. Y luego no decimos adiós, decimos TE QUIERO.
A la vuelta del trabajo nos vamos a hacer la compra.Nos encanta. Disfrutamos eligiendo los ingredientes para comer bien y en casa. Buen vino y una cerveza nueva. También chocolate.

Después paseamos hacia algún sitio nuevo, y hablamos de todo un poco y sobre todo de donde vamos a ir de vacaciones. Algún sitio nuevo que no conozcamos los dos, así es mejor, descubrir el mundo juntos.
Y me siento feliz con él, con nuestra rutina y con nuestros proyectos nuevos. Y pronto a dormir 2 en 1.
Un comentario sobre “Si lo tuviera sería feliz”